Sabíamos de la maldad de Mercedes Giner; conocíamos su execrable forma de actuar; ya había demostrado su corrupta manera de co
mportarse; sabíamos de su cinismo inmundo; de sus constantes mentiras; de su manera de demostrar su odio babeante por todo lo que tiene que ver con el PP. Pero nunca podríamos imaginarnos que ante la sanción impuesta por los vertidospócrita, sabiendo como sabe, que las sanciones a la depuradora las tiene que abonar la empresa concesionaria y nunca los torrijeños. Ella lo sabe, porque firmó el contrato con SACYR, y sabiéndolo, miente a sabiendas de que está mintiendo. Mercedes Giner no tiene vergüenza, es descarada, con lenguaje de verdulera y comportamiento impúdico pues su único objetivo es hacer daño, no hacer oposición, mentir constantemente, como miente su compañero Zapatero, como miente su compañero Chavez, como miente su compañero Evo Morales; cuatro patas de un mismo banco populista, trasnochado y con escasa conducta ética. Su deseo de complacer a quienes la dan un salario de cerca de un millón de pesetas mensuales por ir dos veces al mes hace que su comportantamiento babeante la sirva para seguir chupando, mientras continúa perdiendo elecciones en Torrijos, sin aparecer por sus calles, faltando a plenos y comisiones por irse a tomar el sol, y, cuando habla es solamente para echar espuma por su boca.
mportarse; sabíamos de su cinismo inmundo; de sus constantes mentiras; de su manera de demostrar su odio babeante por todo lo que tiene que ver con el PP. Pero nunca podríamos imaginarnos que ante la sanción impuesta por los vertidospócrita, sabiendo como sabe, que las sanciones a la depuradora las tiene que abonar la empresa concesionaria y nunca los torrijeños. Ella lo sabe, porque firmó el contrato con SACYR, y sabiéndolo, miente a sabiendas de que está mintiendo. Mercedes Giner no tiene vergüenza, es descarada, con lenguaje de verdulera y comportamiento impúdico pues su único objetivo es hacer daño, no hacer oposición, mentir constantemente, como miente su compañero Zapatero, como miente su compañero Chavez, como miente su compañero Evo Morales; cuatro patas de un mismo banco populista, trasnochado y con escasa conducta ética. Su deseo de complacer a quienes la dan un salario de cerca de un millón de pesetas mensuales por ir dos veces al mes hace que su comportantamiento babeante la sirva para seguir chupando, mientras continúa perdiendo elecciones en Torrijos, sin aparecer por sus calles, faltando a plenos y comisiones por irse a tomar el sol, y, cuando habla es solamente para echar espuma por su boca.