30 diciembre 2009

ZP EN EUROPA, ¡¡QUE DIOS NOS ASISTA!!

Faltan pocas horas para que Zapatero presida Europa. El dirigente español, líder del país más enfermo de la Unión, con su prestigio destrozado y con cada día menos partidarios en España, mira hacia Europa con la esperanza que el brillo de su presidencia le permita recuperar votos. Sin embargo, Zapatero nunca ha sentido atracción alguna por Europa.

Algunos de los que le conocen piensan que más bien considera a Europa como un obstáculo que le impide desarrollar en España la política que él quisiera. Los que conocen bien a José Luis Rodríguez Zapatero afirman que el rasgo más sorprendente de su concepción de la política y del gobierno no es su obsesión por acosar y aislar al PP a toda costa, incluso pactando con el nacionalismo más antiespañol, a pesar del enorme desgaste que esas actuaciones le ocasionan, sino su desinterés por la Unión Europea, un desinterés que hasta puede considerarse rechazo.

Al presidente le estorba Europa, entre otras razones porque "el proceso de integración europeo le resta poder". Pero los que conocen bien al presidente creen que las verdaderas razones de su rechazo a Europa son otras.
La primera es que Zapatero cree que la integración se está haciendo con una óptica ideológica de derecha liberal y no desde una óptica de izquierda, y la segunda es que, en realidad, Zapatero desconoce la política exterior y, sobre todo, es un verdadero ignorante en política europea. Un tercer factor, quizás menos importante y más difuso, es que Zapatero tiende a relacionarse bien con países y dirigentes a los que él considera inferiores y se siente mal y acomplejado con los que son más poderosos y ricos que España, rasgo este último que explicaría perfectamente sus extrañas relaciones amistosas con Cuba, Venezuela, Bolivia, Siria, Irán y otros países menos desarrollados y ricos que España.