
Entre esos 1,4 millones de parados que no figuran en la lista de desempleados están aquellos que se han apuntado a alguno de los cursos de formación que organizan las comunidades autónomas. Esta dispersión de competencias evita que existan datos del Gobierno central acerca de las personas acogidas a estas iniciativas.
En el Ministerio de Trabajo e Inmigración dicen desconocer el número, ni siquiera aproximado. En Castilla La Mancha, por ejemplo, reconocen que 45.000 parados de su comunidad recibieron en 2009 cursos que les excluyen de las listas oficiales de desempleo.