Tiene el vergonzoso honor de ser el único presidente autónomo que no reside en la misma comunidad que preside.
Se desplaza a Castilla – La Mancha a cumplir con su jornada laboral y cuando ésta termina vuelve a Madrid, curiosamente gobernada por el PP de Esperanza Aguirre, donde descansa y disfruta de los servicios que ofrece la vecina región. Sorprendente, ¿no?
Bien se cuida Barreda de que no se conozca su domicilio que, además de resultar extraño, deja en muy mal lugar a quien pretende representar a los ciudadanos de Castilla –La Mancha.
Por ello no es de extrañar su turbación cuando fue pillado “in fraganti” por TVE bajando del AVE cuando venía a “trabajar a Castilla –La Mancha”.