En pleno inicio del curso escolar, se ha levantado una nueva polvareda relacionada esta vez con la Educación, tras la progresiva y evidente desintegración del movimiento 15 M o la falta de respuesta social por la mayoritaria y lógica reforma de la Constitución. Me suena a tercer misterio del rosario o chorreo de provocaciones e intentos para herir al sentido común y a la coherencia que ha faltado durante años con personajes tan fatídicos y nefastos como Barreda o Zapatero, a los que espero la Política y la Justicia juzgue por sus hechos que a la vista están.
Ahora es la Educación la que está en el ojo del huracán de esos reivindicadores que han estado callados, subvencionados o colocados y que ahora al «volver al cole» no encuentran la vocación que un día sintieron para ser trabajadores de un oficio tan bonito como enseñar, educar y convivir con niños o adolescentes.
En este sentido quiero hablar también de la jornada de huelga de ayer y de la normalidad, porque la mayoría de los docentes somos buenos profesionales que amamos nuestro trabajo y por el que tenemos plena vocación. Flaco favor nos están haciendo ese grupo de alborotadores, muchos ex altos cargos del gobierno Barrreda, que diciendo que son docentes realizan acciones que nunca un maestro sería capaz de admitir.
Como docente activo, me sorprende y me indigna que haya otros compañeros que ahora ponen en tela de juicio las decisiones que se están tomando por el nuevo gobierno de nuestra región cuando han estado callados durante años viendo cómo los índices de fracaso escolar aumentaban al galope, cómo aumentaban las ratios hasta niveles actuales, las agresiones a profesores se repetían sin soluciones ni respaldo de la Administración, miles de alumnos estaban en barracones o se despilfarraban millones de euros en ordenadores, facturas sin pagar… entre otras lindezas del anterior gobierno regional.
A diario surgen foros, asambleas, charlatanes de pacotilla que van por los centros educativos pregonando, como trovadores medievales, embustes augurando el fin de los servicios públicos y que la Educación será un lujo para los ricos, ¿no se acordarán de que los principales dirigentes socialistas han llevado y llevan a sus hijos a centros educativos privados, y en algunos casos religiosos? El colmo es que nos tratan de movilizar.
A lo largo de mi vida he trabajado de camarero, albañil, vendimiador… entre otros, y puedo asegurar que me siento un privilegiado del trabajo que tengo, lo primero porque me gusta, por las condiciones en las que trabajo, por el horario, por las vacaciones, por el salario, el cual me rebajó el gobierno de Zapatero y Rubalcaba sin concentraciones ni huelgas, entonces los que ahora reivindican estaban callados.
Desde aquí, deseo y solicito que se cubran las necesidades de los centros por la Administración, que los docentes desarrollen su labor porque su semilla es nuestro futuro y creo que somos un gremio serio y profesional, y si algunos han callado durante mucho tiempo no pierdan ahora los papeles con escenitas que están fuera de lugar.
Oscar Rodríguez López
Miembro de la Junta Local del Partido Popular de Torrijos
Noticia publicada en el Diario ABC