12 julio 2009

ZAPATERO NO QUIERE A BARREDA

(PD).- El PSOE lleva décadas dirigiendo el feudo manchego. Con José Bono a la cabeza, esta Comunidad Autónoma aparecía elección tras elección en rojo tras el recuento de las papeletas. Pero las encuestas evidencian cada vez con más claridad que el PP de María Dolores de Cospedal le está pisando los talones. O más. El problema, ha pensado ZP, tiene nombre y apellido: José María Barreda. Por eso, ha pensado en otra persona que le sustituya para las siguienes autonómicas: Emiliano García-Page, el alcalde de Toledo.
Cuando José Bono dejó Castilla-La Mancha para venirse a Madrid por orden de Zapatero, su silla la ocupó José María Barreda. Un "bonista" convencido que ha seguido la senda de su antecesor. Un socialista apreciado por amplios sectores de la derecha, y que recibe críticas continuas de los sectores más a la izquierda del PSOE. Y esto le puede terminar costando caro.
Bono se pudo permitir -y todavía lo hace desde su posición de Presidente del Congreso de los Diputados- navegar entre dos aguas, lo que le acarreaba fuertes críticas del resto de barones más proclives al acuerdo con los nacionalistas. Bono, al igual que Barreda, se ha sentido siempre más cómodo en el sector "españolista" del PSOE.
Su discrepancia con una ley tan fundamental del proyecto de ZP como la del aborto todavía ha jugado más en su contra. "Demasiado bonista para el mandamás del Partido Socialista".
También ha sido determinante en la toma de posición del presidente, los datos que cantan las encuestas: el PP les va ganando terreno. María Dolores de Cospedal, como Secretaria General del partido de Rajoy y como presidenta del PP manchego, ha adquirido una proyección que les puede salir muy cara a los socialistas. Con las elecciones autonómicas cada vez más cerca, Zapatero tiene ya casi tomada la decisión.